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Por: Alianza de Medios 4MI: Galería News/República 18Boletín Ecológico/La MesaRedonda

28 de julio de 2022

San José, costa Rica.- Virginia Jirón Manzanares es una migrante nicaragüense que llegó a Costa Rica durante los años 90, cuando tenía entonces 17 años.

Ella forma parte de una tercera ola migratoria encabezada por migrantes económicos que salieron de Nicaragua para buscar una vida mejor en Costa Rica.

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Es originaria del municipio de San Ramón, ubicado en el departamento de Matagalpa. Una zona golpeada por la guerra civil durante los años 80.

Con 23 años de permanecer en Costa Rica, pudo estudiar cocina y especializarse en comida vegana y vegetariana.

«Con la pandemia muchas personas quedamos sin trabajar varios meses, entonces yo tenía que buscar cómo hacer algo desde casa y me surgió la idea de los productos veganos», dijo Virginia.

Elefante Verde, un emprendimiento saludable

Virginia Jirón, propietaria de la marca Elefante Verde|©Alianza de Medios 4MI

Algo que pudo aprender durante sus 9 años de trabajar en restaurantes fue la preparación de comida saludable, una tendencia que va en auge en Costa Rica.

Luego de renunciar a su último trabajo, donde laboró por más de 5 años, supo que elaborar comida saludable desde la comodidad de su hogar podía resultar una buena solución.

«La temática es veganos-gluten free y artesanales-sin preservantes para esa comunidad vegana que está creciendo», dijo Jirón a esta alianza periodística bajo el nombre 4 Medios Informado.

 

Entre los productos elaborados por ella están las tortas para hamburguesas, mayonesas, salsas, chiles y chimichurris hechos a base de vegetales, aceites y vinagres.

«No ha sido fácil el camino, no, sinceramente no, porque estoy como dándome a conocer con mi emprendimiento, para que lo conozcan más», agrega.

A pesar de ello, cuenta con un público interesado en los diversos productos que elabora y adquiere su materia prima en ferias campesinas donde consigue vegetales frescos.

Registro de la marca, un paso importantísimo en su emprendimiento

Actualmente su marca está en proceso de registro, pero ella agrega que esto «lleva un tiempo» puesto que tienen que asegurar que su marca no coincida con otras ya existentes.

«Nada más es tener un poquito de paciencia. Ya con tener la marca registrada vamos al siguiente paso que sería sacar la patente, que eso es un poquito más caro», agrega.

Para ello Virginia Jirón necesita generar un poco más de dinero para poder invertir en el registro de la marca en Costa Rica.

De la frontera de Peñas Blancas a San José

Leslie Alberto Siles, originario de Ocotal, Nueva Segovia es un migrante nicaragüense que llegó a Costa Rica en el año 2005.

Como la mayoría de migrantes económicos, entró de manera indocumentada al país cerca de la frontera de Peñas Blancas.

Desde que llegó a Costa Rica, cumplió su propósito de trabajar para tener una vida mejor y se dedicó a vender Lotería, Chances y Tiempos en la capital costarricense.

“A medida que uno va obteniendo los papeles se le van abriendo oportunidades y también va obteniendo más capital”, dijo Siles.

Según el segoviano, a raíz de tener sus documentos al día la Junta de Protección Social, encargada de la promoción y distribución de la Lotería le puede otorgar una concesión a la persona que lo solicita.

La única condición, según Siles, es que la persona esté dispuesta a trabajar y salir adelante, pues considera que Costa Rica es un país de oportunidades para cualquier migrante que desee trabajar.

“Nuestros hermanos exiliados tienen sus documentos con anticipación, ya tienen su carnet de refugio, en cambio uno tuvo que luchar. En el caso mío luché tres años para poder obtener mis documentos”, agregó.

Manitos Mágicas, para continuar tras la represión

Manitos Mágicas es un emprendimiento con un año y medio de existencia. Está a cargo de Xaviera Molina, joven nicaragüense que se vio obligada a salir de Nicaragua por la represión del régimen de Daniel Ortega cuando perpetró la “operación limpieza» en Jinotepe, Carazo.

Ella se especializa en repostería artesanal; toda variedad de pasteles, brownies, donas, el famoso postre nicaragüense de “Tres leches” y también “Pío V”.

Xaviera es madre soltera y en su condición de exiliada le resultó sumamente difícil obtener empleo en ese país.

“Decidí iniciar en este método de empleo en medio de la pandemia, ya que siendo mamá soltera lo vi como la mejor opción”, dijo Xaviera a esta alianza periodística.

Por ello decidió emprender y gracias a diferentes espacios donde se ha podido especializar, su negocio ha crecido.

Pero agrega que “emprender siendo una mamá migrante y soltera ha sido muy complicado, hasta un poco agotador, pero como me gusta he podido continuar y he tenido el apoyo de mis amigos y mi familia”.

A pesar de las dificultades Xaviera pasó de ser una vendedora ocasional a una emprendedora que ofrece servicios de “catering” para cualquier tipo de eventos, donde los bocadillos y pasteles para cumpleaños son una oferta permanente.

“Planeo próximamente integrarme a diferentes ferias para darme a conocer a distintos públicos y ampliar mi cartera de clientes”, dijo.

Desinformación alrededor de legalización de emprendimientos

Xaviera señala como negativo la desinformación que existe sobre el tema de la legalización del emprendimiento de una persona solicitante de refugio. Esta desinformación se da en los solicitantes de refugio y/o migrantes como en el personal que atiende en algunas de las instituciones del estado costarricense encargadas del registro.

Por parte de los solicitantes de refugio y/o migrantes, como por el personal de las Instituciones del Estado costarricenses encargadas del registro.

“Cuando a mí no me habían otorgado el refugio, había preguntado y me habían dicho que sólo a las personas con refugio aprobado podían aprobarle o a los residentes”, agrega.

Otra traba que los solicitantes de refugio enfrentaron durante la pandemia de la Covid-19 en 2020 fue la falta de conocimiento sobre a qué lugares debían acudir.

El Ministerio de Hacienda costarricense tiene varias sucursales alrededor del país y cada una atiende a un sector determinado en cada territorio, en este caso, el solicitante de refugio que desee inscribirse debe asistir al edificio que le corresponde en la zona donde vive.

Otra de las dificultades que señala Xaviera es que en los procesos de inscripción los sistemas digitales no presentan la opción de colocar el DIMEX, que es como se le llama al número de carnet solicitante de refugio.

“Ha sido bastante engorroso este proceso de poderme legalizar porque hay bastante desinformación respecto a esto”, agrega.

“Lo bueno es que yo me he empoderado en el tema de los derechos del refugiado y en caso de que me den una negativa pues, sé cómo responder”.

Xaviera Molina ve más allá con su emprendimiento y asume que posicionarse como marca es parte del trabajo para convertirse en empresaria.

El proceso de formalización empresarial es fundamental, señala experta

Laura Castellón, coordinadora del proyecto Medios de Vida, de Fundación Mujer, coincide con Xaviera, al decir que “los emprendedores no cuentan con las herramientas ni el empoderamiento necesario para defender ese derecho”.

Ella asegura que una persona que ya cuenta con un estatus migratorio en el país tiene acceso a todos los derechos, excepto al voto.

Sin embargo, Castellón agrega que “con el simple hecho de tener un pasaporte o un documento de identificación al día (los migrantes) tienen todo el derecho de inscribirse ante el Ministerio de Hacienda”.

Este paso, es más que necesario porque de esta manera el emprendedor accede al mercado formal costarricense.

Además, según Castellón, esto le permite al refugiado y/o solicitante de refugio acceder a una comercialización más segura “que les permita llegar más allá”.

“El hecho de que yo solo tenga ese espíritu emprendedor y no solo, empresarial, va a hacer muy difícil que yo me expanda hacia otros mercados”, agrega.

La integración local en Costa Rica es un reto para la comunidad nica

Las declaraciones brindadas por Castellón coinciden con un reciente informe (junio 2022) del Centro por la Justica y el Derecho Internacional (CEJIL) que afirma: “la integración local (de los nicaragüenses exiliados) en Costa Rica, ha sido muy difícil de lograr”, principalmente por la xenofobia y la desinformación de algunos trabajadores de las Instituciones del Estado costarricense.

El informe de CEJIL es parte de un seguimiento que el organismo hace a las recomendaciones emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al Estado costarricense.

Estas recomendaciones pasan por permitir la libre circulación a las personas nicaragüenses que huyen de la violencia en el país, la protección internacional y protección complementaria a la que pueden acceder los desplazados.

El informe de CEJIL coincide con datos de la Dirección de Migración y Extranjería costarricense, que revela que el año pasado (2021) de 6,003 solicitudes de refugio, solo fueron aprobadas 1,367.

Esto ha obligado a miles de nicaragüenses que huyen de la violencia estatal en su país a solicitar la figura de protección complementaria para poder permanecer en Costa Rica.

Sin embargo, CEJIL señala que esta protección complementaria no se traduce en una categoría suficiente para que las personas nicaragüenses puedan acceder a sus demás derechos.

Un informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) revela que más de 111.000 nicaragüenses solicitaron refugio durante el 2021, una cifra cinco veces superior a la registrada en 2020, y que, según el organismo, está relacionada al deterioro político de Nicaragua, en donde persiste una crisis sistemática de derechos humanos. 

De acuerdo con este informe titulado “Tendencias Globales, Desplazamiento Forzado en 2021” Costa Rica es el principal país receptor de los migrantes nicaragüenses, debido a su cercanía, relación histórica y estabilidad política y económica.

Estos datos suman al registro de nicaragüenses que la Dirección de Migración y Extranjería estima se encuentran en Costa Rica, que son alrededor de 350,000 personas.

 

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